Dialogo Orestes-Psicólogo

Orestes entra al consultorio con cara triste, el psicólogo lo ve y le dice:

Psicólogo- Hola Orestes, ¿cómo ha estado?, siéntese por favor.

Orestes se sienta sin contestarle a su pregunta, y a continuación mira al psicólogo fijamente. El doctor le pregunta nuevamente:

Psicólogo- Orestes, ¿Cómo has estado?

Después de unos instantes de silencio, Orestes cruza sus piernas y luego le dice:

Orestes- No lo sé doctor, me siento extraño…

Psicólogo- Cuénteme Orestes, ¿Qué le está pasando?

Orestes- Lo que pasa es que en toda mi vida yo me estuve preparando para la venganza contra mi madre para honrar a mi padre, pero ahora que se avecina la hora de la venganza, no me siento capaz ni seguro de hacerlo…. Una millonada de dudas se me vienen a la cabeza y no hacen otra cosa que debilitar más y más mi decisión, seguridad y determinación. ¿Qué pasaría si lo que estoy a punto de hacer está mal? ¿Si mi padre no era tan inocente después de todo? ¿O si mi madre asesinó a mi padre porque él la maltrataba o algo por el estilo? Si alguno de estos fuera el caso, estaría a punto de hacer algo que lamentaría toda mi vida

Psicólogo- Tiene razón Orestes, como bien usted dijo: “Si alguno de estos fuera el caso, estaría usted a punto de hacer algo que lamentaría toda su vida”, ¿Pero cómo puede usted saber si este es alguno de aquellos casos? Es cuestión de a qué persona decida usted escuchar

Oretes- Lo siento, no lo entiendo doctor

Psicólogo- Pues claro señor Orestes, si usted decidiría escuchar a Electra, no terminaría con la misma decisión final que si escuchara a Clitemestra o con la que terminaría si escuchara a Crisostemis.

Orestes- Y entonces, ¿a quién debería yo escuchar?

Psicólogo- Orestes, mi señor, eso es depende de usted, ¿qué es lo que piensa o que es lo que siente que es lo correcto?

Orestes- Si nos basamos en los hechos, Electra fue quien me sacó del castillo donde habitaba una gran discordia y peligro, Crisostemis nunca ha contactado conmigo, y Clitemestra es quien, al fin y al cabo, es quien asesinó a mi padre

Psicólogo- Así es, esos son los hechos que ya conocemos, pero ¿Cuáles serían las dudas que atormentan su cabeza?

Orestes- Pues bien, Electra me sacó del castillo para que tomara venganza hacia mi madre, pero quien sabe, si mi madre tuvo una buena razón para hacerlo.

Psicólogo- Seguramente que para Clitemestra hubo una buena razón, pero esa razón, ¿es suficientemente buena para justificar sus actos?

Orestes- No, seguramente no lo es… ¿Pero qué pasaría si lo es?

Psicólogo- No olvide señor, que mientras usted se está educando en este lugar, su hermana Electra está sufriendo a causa de su madre.

Orestes- Tiene razón…

Psicólogo- Entonces ¿tiene alguna conclusión?

Orestes- Sí, creo que sí. Voy a ir a por la venganza de mi padre, pero si en mi camino escucho una razón lo suficientemente buena del por qué mi madre asesinó a mi padre, asesinaré a Electra en lugar que a mi madre, por el terrible desconcierto que me causó su terrible mentira.

Psicólogo- Estoy de acuerdo señor, pero no olvide que su madre lo ama, e inventaría cualquier excusa para que usted vuelva a sentir lo mismo por ella.

Orestes- Muchas gracias doctor, es algo que voy a tener en cuenta.

Orestes se para, saluda al doctor con un gesto de cabeza, y sale rumbo a su nueva aventura de venganza.